Las espinacas es una de mis verduras favoritas, una curiosidad sobre éstas que pocos saben es que tiene más betacaroteno que las zanahorias por lo que para ponernos morenos nada de mordisquear zanahorias como conejitos y más batidos verdes ;) Hace poco descubrí las espinacas para ensaladas y la verdad es que ha sido una salvación para mi ya que me encantan las ensaladas pero la lechuga no me sienta nada bien, aunque sin duda, mi receta favorita de espinacas son las que llevan crema y siempre me abstengo por la cantidad de calorías que aporta el queso y la nata, pues bien, haciendo algún que otro experimento he dado con una receta, sana, light y que está buenísima, nada que envidiar a la que lleva nata, así que os dejo con mi descubrimiento para que lo pongáis en práctica:
Ingredientes: - 500 gr de espinacas - 250 ml de leche semidesnatada - 1/4 cebolla - 1 cucharada de harina normal o integral - 2 cucharadas de aceite de oliva - 2 Quesitos light en porciones - Jamón o gambas - Sal y pimienta
Receta: - Las espinacas podemos comprarlas cocidas o bien cocerlas nosotros mismos, en una olla con agua hirviendo y sal, añadimos las espinacas crudas durante 5 minutos y las sacamos. ¿Fácil, verdad?. - En una sartén con el aceite de oliva rehogamos la cebolla con las gambas o el jamón y esto es opcional, pero yo uso un poco de ajo en polvo, cuando la cebolla esté lista añadimos la cucharada de harina sin parar de remover para evitar que se queme, añadimos poco a poco la leche sin dejar de remover para formar la bechamel, yo uso en este paso unas varillas pequeñas porque así me es más fácil y rápido, esto va un poco al gusto de como queramos la bechamel, cuando encontremos el punto, paramos. - Añadimos las espinacas bien escurridas y mezclamos todo. Salpimentamos al gusto y ya tenemos nuestro plato listo, como se sirve caliente podemos añadir los quesitos en el momento de servir para dar más sabor y cremosidad al plato.