A la hora de hacer una dieta hay que tener en cuenta muchos factores, no sólo la necesidad de perder peso sino varios puntos más para que a través de la dieta podamos lograr nuestros objetivos marcados, aquí enumeramos los fallos más comunes:
- No estar concienciado este es seguramente el punto más importante a la hora de empezar una dieta, tenemos que querer hacerla, no empezar una dieta porque nos lo impongan sino creer realmente que la necesitamos, así evitaremos caer en tentaciones innecesarias o agobiarnos más de la cuenta.
- No acudir a un especialista cuando empezamos una dieta es bueno tener a alguien que nos aconseje y nos motive, nos cambie la dieta y nos asesore en todo lo posible, si hacemos una dieta sin seguimiento es mucho más fácil que nos saltemos la dieta
- No hacer lista de la compra y hacer la compra con hambre, muchas veces vamos al supermercado sin una lista, esto conlleva a que compremos más de lo necesario cayendo en la publicidad y en lo que quieren vendernos los comercios, si además vamos con el estómago vacío compraremos más cosas y alimentos más calóricos, compramos con ansiedad y eso nunca es bueno.
- Saltarse comidas, si evitando comidas se perdiera peso de forma sana, no existirian las dietas, la falta de ingesta lo que genera es ansiedad y que el cuerpo en la siguiente comida coja más calorías para guardarlas en reserva. Lo ideal es no pasar más de cuatro horas entre las comidas principales, esto lleva a cinco comidas al día, tres principales y dos tentempiés (media mañana y merienda).
- No beber agua, el agua ayuda en una dieta rica en fibra, si no bebemos agua la fibra no se expande y nos genera estreñimiento por eso muchas personas se estriñen con las dietas ricas en verduras porque no beben suficiente agua, el agua además nos ayuda contra la retención de líquidos y la circulación.
- Tomar suplementos inadecuados, los suplementos aunque sean naturales no son del todo inocuos, por ejemplo el fucus es un laxante natural muy usado pero las personas con problemas de Tiroides no deben tomarlo ya que genera conflicto con la medicación, al igual pasa con los diuréticos, se abusa de su uso sin necesidad y luego cuando realmente es necesario nuestro cuerpo no los tolera.
- Usar refrescos light, zumos sin azúcar, nata desnatada y otros mitos cada vez las grandes empresas gastan más en publicidad y al estar más elaborada engañan más, los productos son desnatados y light cuando su composición nutricional así lo demuestra con las calorías (etiqueta), nos venden zumos con leche desnatada y al leer la etiqueta están llenos de azúcares que nos engordan igual, cuidado con las natas, mantequillas y salsas que nos indican que son bajas en calorías pero al compararlas con una normal no hay diferencia.
- Los alimentos sin azúcar no son de dieta, no tienen por qué ser light o bajos en calorías, son para diabéticos, el uso de edulcorantes en gran cantidad engorda igual que el azúcar blanco refinado, en las dietas se suelen utilizar porque endulzan más que el azúcar y se usa menos cantidad, si a la hora de hacer dieta tomamos 4 pastillas de sacarina en el café es mejor que usemos el azúcar común.
- Evitar los carbohidratos este es quizás el fallo más común en las dietas, en cualquier dieta de adelgazamiento debemos incluir todos los grupos de alimentos, esto nos ayudará a perder peso y a la vez a no recuperarlos posteriormente ya que nuestro cuerpo adelgazará comiendo de todo, obviamente elegiremos de cada grupo de alimentos los que menos engorden y a la hora de los carbohidratos lentos (pasta, arroz, patata…) los tomaremos en su justa medida y haremos lo posible por quemar esa fuente de energía.
- Pesarnos a diario, cada vez son más personas las que se obsesionan por perder peso y esta obsesión lleva a pesarnos a diario para controlar los kilos, la pérdida de peso no sólo se rige por la dieta, depende de si hemos dormido bien, la hora de peso, la ropa, la retención de líquidos, las hormonas, medicación puntual… por lo que no debemos tomar el peso a diario sino una vez a la semana o cada quince días y controlar la pérdida mensual y no obsesionarnos.
Lo más importante de todos estos puntos es las ganas de querer cambiar los hábitos de alimentación y si decidimos hacer dieta no obsesionarnos nunca y perder el peso de forma sana y ordenada.